viernes, 18 de diciembre de 2009

El Agua y las Emociones

Voy a escribir un cuento de Navidad. Ahora que queremos que nieve, que vamos a brindar tanto con champán, vino, txakoli (en Santo Tomás el Lunes!), con agua...os voy a contar un cuento sobre un japonés llamado Masaru Emoto.






A Masaru se le ocurrió un día fotografiar el agua. Empezó a fotografiar los cristales del agua una vez congelados, y cogió muestras del agua del grifo de su casa, de presas, ríos, estanques...y los fotografió.





Agunas muestras eran cristales hexagonales perfectos y hermosos, y otras, masas informes y caóticas. Entonces Masaru decidió investigar por qué pasaba eso, y colocó frascos de agua en lugares soleados, otros en sótanos ruidosos, colocó botellas de agua cerca de bafles y les puso música clásica o heavy metal, y a otras les puso etiquetas en las que escribió cosas como: "Amor", "te odio", "gracias", "me enfermas"... y sucedió ésto:



La foto de la izquierda es agua de una botella en la que se escribió "gracias", la derecha, agua de una botella en la que se escribió " te voy a matar".

Por no alargarme mucho, Masaru hizo muchos experimentos más con el agua y escribió un libro que se llama "Los Mensajes del Agua", que ha sido un auténtico bombazo a todos los niveles.

En parte, explica que nosotros mismos, que somos un 70% de agua, somos más sensibles de lo que creemos a las palabras, a los ambientes, a las vibraciones tanto musicales como de la voz o la intención. Demostró también que las palabras positivas, escritas junto a las negativas, tienen mucho más poder de transformación sobre el agua.

Así que no solo en Navidades, hablemos de amor, de comprensión, de cariño, demos las gracias de corazón, tendamos una mano, miremos comprensivamente, y sobre todo, al brindar, digamos y deseemos cosas buenas porque estaremos bebiendo y viviendo eso mismo.

Salud, Paz y Amor, Om Shanti!!

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